25 de noviembre de 2015

El verdadero origen del Oscillococcinum

Con el otoño llegan las bufandas, las hojas secas en el suelo, y también inevitablemente llega la época de los resfriados propios del cambio de estación. Pronto, los botecitos blancos y naranjas de Oscillococcinum inundan los mostradores de algunas farmacias. Pero, ¿cuál es la historia de este medicamento homeopático?


Oscillococcinum, el buque insignia de la homeopatía


Usado como tratamiento preventivo y sintomático de la gripe, este producto homeopático de nombre que parece un hechizo de Harry Potter, tiene su origen tras la pandemia de gripe española de 1918.

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El médico francés Joseph Roy (1891–1978) creyó descubrir en 1925 un microorganismo universal, al que bautizó como Oscillococcinum porque en su microscopio vio parejas de cocos o esferas oscilantes que, según él, causaba diversas enfermedades como la gripe, el reumatismo, la tuberculosis, el sarampión o los eczemas. Concluyó, quién sabe cómo, que este germen crecía preferentemente en los hígados de los patos reales, también conocidos como patos de Berbería , patos mudos o patos caseros (Cairina moschata), y así nació la preparación de Oscillococcinum: diluyendo muchísimo los hígados de unos pobres patitos.

donald duck cute film película los tres caballeros
No me quites mi hígado sin un motivo contrastado, por favor. Fuente.
Aunque su teoría del germen universal se rebatió cuando se supo que la gripe está causada por el género de virus, que no bacterias, influenzavirus (imposible de ver con un microscopio óptico, por otro lado) y que el remedio no es efectivo en absoluto, el producto ha seguido comercializándose con el principio activo "Anas Barbariae", que en definitiva es un preparado de extracto de hígado y corazón (Anas Barbariae Hepatis et Cordis Extractum) del pato casero.

Lo que no entendemos es por qué, ya que estamos, actualmente no tiene también indicación para la tuberculosis, causada por Mycobacterium tuberculosis, o para el sarampión, también provocado por un virus al igual que la gripe, y no por las bacterias danzarinas que vio Roy.


Las diluciones: volvemos a lo mismo de siempre


Como ya comentaremos en alguna ocasión, las preparaciones homeopáticas están basadas en el principio "similia similibus curentur" (lo similar cura lo similar). Es decir, que contienen diluciones extremas de sustancias de origen vegetal, mineral o animal, como en este caso que, a dosis habituales, causan efectos sobre las personas similares a los que se pretende curar. Y cuanto más diluida esté la sustancia, más potente es el efecto que se le atribuye.

En los establecimientos podemos encontrar preparados de Oscillococcinum a la 30 X (o 30 D, en escala decimal), lo que significa que está diluida 1030 veces, haciendo matemáticamente imposible que existan moléculas del hígado o el corazón de pato real en las bolitas. También se venden preparaciones a la 200 C (escala centesimal), es decir, diluida 10400 veces. Exponencialmente, es más improbable aún encontrar una única molécula de las bacterias bailarinas en un bote.

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A lo mejor en unas cápsulas duras de este tamaño sí pillábamos higadillos.
Podemos encontrar por el módico precio de 16,02 € un paquete de seis botecitos de esferas a la 200C, en las que es 100 % seguro que vamos a encontrar un 85 % de sacarosa o azúcar de mesa, que podemos comprar a menos de 1 € el kg, y un 15 % de lactosa (intolerantes a este disacárido del demonio, absteneos), presente naturalmente en la leche. Lo que no está tan claro que vayamos a encontrar moléculas de principio activo.

Fuentes:

18 de noviembre de 2015

Coches y celuloide: el singular inicio de los autocines

Un concepto en desuso en España, pero muy famoso por películas que retratan a la sociedad americana de los años 50 y 70, es el de los autocines (drive-in theatres). Casi extintos en la península, tuvieron su auge en los Estados Unidos de América hace unas décadas.

Hagamos un recorrido por la historia que une a los coches con el cine.

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La madre de un tal Hollingshead: la musa del autocine


Corría el año 1932, y Richard Milton Hollingshead, Jr. (1900 - 1975), vendedor en la compañía de su padre Whiz Auto Products de Camden, Nueva Jersey empezó a experimentar con proyecciones de películas familiares al aire libre en el porche de su casa en la avenida Thomas de Riverton.

Cuenta la leyenda que la madre de Hollingshead era una mujer obesa, y como no podía sentarse cómodamente en las butacas normales de los cines, su hijo buscó una alternativa más apropiada para personas de gran tamaño que encajaba perfectamente en una sociedad americana enamorada de los coches utilitarios.

Además, nuestro inventor tenía en mente los hábitos de consumo de los americanos, ya que, durante la Gran Depresión, se dio cuenta de que la gente recortaba principalmente sus gastos en comida, ropa, coches e ir al cine, en ese orden descendente. Vio un filón al darse cuenta de que, a pesar de la crisis, seguían yendo a sus cines locales.

Tras clavar dos sábanas blancas cosidas entre sí que hacían las veces de pantalla a unos árboles de su jardín y colocar un projector Kodak en el capó de su coche, puso una radio detrás de la pantalla y fue probando diferentes volúmenes de sonido con las ventanas de coche tanto bajadas como subidas. Simuló lluvia con un aspersor de jardín y comprobó que no afectaba demasiado ni al sonido ni a la vista de la pantalla. Calculó también la distancia ideal para que, colocando el eje delantero de los coches sobre unas rampas que elevaban la parte delantera, permitieran que la vista de la pantalla fuera perfecta sin que se obstaculizara por otros coches adyacentes.

Aunque en 1921 C. Caver ya había experimentado con proyecciones públicas de películas mudas en Tejas, fue Hollingshead quien solicitó la patente de su invención en 1932. Recibió la licencia de los EEUU nº 1,909,537 en mayo del año siguiente, que le otorgaría 17 años de propiedad intelectual con derecho a cobrar royalties por cederla.

drive-in theatre theater hollingshead autocine patent patente
Diagrama del autocine diseñado por Hollingshead que formaba parte de su patente.

El primer autocine abierto al público


Menos de un mes después de conseguir la patente y con la ayuda de tres inversores que aportaron una cantidad cercana a los 30,000 $, se abrió al público el primer autocine como tal, llamado "Park-It Theatre" el 6 de junio de 1933 en el bulevar del Almirante Wilson en Nueva Jersey bajo el eslogan "Toda la familia es bienvenida, no importa lo escandalosos que sean los niños". Publicitaron el autocine como una forma de pasar la velada cómoda e íntima, donde se podía fumar y comer dentro del propio coche sin molestar a los demás, y encima ahorrando un dinero en niñeras porque los niños podían quedarse dormidos en los asientos traseros del automóvil.

Publicidad del autocine, representando a la cantante y presentadora
de radio y TV de grandes curvas Kate Smith.
Contaba con 400 plazas para automóviles en un recinto de 1,6 km2 rodeado de vallas y árboles altos para evitar que mirones consiguieran ver las películas gratis. Los coches se aparcaban sobre un suelo de gravilla con una capa de aceite que cumplía la función de evitar que se formaran polvaredas al circular los vehículos, y también para que no se acumularan mosquitos. Estaba presidido por una pantalla de 12x15 m colocada a 3,5 m de distancia del suelo, acompañada por tres altavoces de 1,8 m de RCA Victor que se colocaron junto a la pantalla y que se escuchaban a varios kilómetros a la redonda.

La entrada costaba 25 centavos por persona, más 25 ¢ por coche,con un
coste máximo de 1$, algo más caro que un cine normal de la época.
La primera película que se proyectó fue "Two white arms" (Fred Niblo, 1932), también conocida como "Wives Beware" y protagonizada por Adolphe Menjou, considerada entonces una película algo pasada de moda, y por cuyo alquiler de los rollos durante cuatro días se pagó 400 $, que era una cantidad desorbitada en comparación a los 20 $ que solían pagar a la semana los cines habituales.


Problemas asociados


Esta, entre otras razones, fue una de las causas de que el autocine original de Hollingshead apenas estuviera en funcionamiento durante algo más de dos años. Otro problema era que el sonido de los altavoces no era bueno y había dificultades en la sincronización con las imágenes de las películas, y al tener las ventanillas bajadas para escuchar mejor, los insectos entraban en los automóviles.

En 1936, un empresario compró el cine a Hollingshead, que no veía demasiado rentable el negocio, y lo trasladó a Union, Nueva Jersey.

Park-It Theaters, Inc. cedió sus derechos a la empresa Loews Drive-In Theatres, Inc., pero tuvieron algunos obstáculos recaudando los royalties de la nueva filial. Tras una batalla legal con un un juicio de por medio, la patente original fue finalmente invalidada en el año 1950.


La repercusión del autocine


Independientemente del fracaso financiero que supuso el primer autocine, el concepto se extendió a otros estados y llegó a alcanzar su máximo apogeo a finales de los años 50.

Se introdujeron mejoras relacionadas con el sonido: primero, se instalaban altavoces para cada coche en cada sitio de aparcamiento, y en los años 70 se emitía la pista de audio de las películas a una determinada frecuencia de radio, primero en AM y después en FM, para que cada coche la sintonizara y adaptara el volumen a sus gustos, eliminando de esta forma el inconveniente de los insectos al tener la ventanilla bajada.

back to the future regreso al futuro 3 III drive-in theatre theatre autocine doc marty emmett brown mcfly volver al

Fuente;
Mike Diamonds et al. (University of Michigan, 2007): Drive-in culture: Drive-In theater

11 de noviembre de 2015

¿Cuál es el compuesto que peor huele?

Cualquiera que haya pasado varias horas en un laboratorio de química habrá podido comprobar la variedad de aromas que invaden las bancadas donde se acumulan frascos marrones misteriosos de vidrio topacio y cuyas etiquetas desaparecierion hace muchos, muchos años.

stink bomb bomba fétida lab laboratorio anime film película Tensai Okamura Nobuo Tanaka flu

Los compuestos azufrados como el ácido sulfhídrico o algunos heterociclos son famosos por ser bastante malolientes, pero sin embargo, parece ser que, entre los muchos candidatos, dos compuestos orgánicos se llevan la palma en cuanto a hedores insoportables: el etanotiol o etilmercaptano (CH3CH2SH) y el butanotiol o butilmercaptano (CH3CH2CH2CH2SH).


Etilmercaptano


El etanotiol es un gas incoloro que tiene un olor penetrante muy desagradable para los humanos. Podemos detectar su tufo incluso en concentraciones ínfimas como de una parte en 2,8·109 partes de aire. Algunos comparan su característico aroma a una mezcla de puerros, cebollas, durián o col hervida, e incluso a tostadas quemadas.

Esta distintiva peste tiene una utilidad: se añade de forma intencionada a los gases butano y propano, que se usan como combustibles y son inodoros por sí mismos. De esta forma se facilita su detección por las personas durante fugas y así se consiguen evitar fuegos o explosiones y casos de asfixia.

También se utiliza en los sistemas de ventilación de minas para alertar a los trabajadores en situación de emergencia.

the nightmare before christmas sally cooking deadly nightshade

Butilmercaptano


Por otro lado, el 1-butanotiol es un líquido amarillento volátil y extremadamente fétido con una fragancia que ha sido definida como a mofeta, col o ajo. Aunque no forma parte del spray defensivo de las mofetas, sí que se parece estructuralmente a algunos de los compuestos presentes en él. Puede detectarse por los humanos a concentraciones tan bajas como de 1,4 partes por mil millones.

Es muy inflamable y se utiliza como disolvente industrial, e incluso a veces se emplea como componente de "bombas fétidas" para gastar bromas. Una exposición prolongada a este compuesto tiene efectos negativos ya que es cáustico y puede irritar la mucosa de las vías respiratorias.

david lynch blue velvet mask Dennis Hopper Frank Booth máscara

Fuentes:
Wikipedia: Ethanethiol
Devos, M et al. (1990): Standardized Human Olfactory Thresholds

Esta entrada participa en la LII edición del Carnaval de Química, alojada en el blog El celuloide de Avogadro de @CeluloideA.

9 de noviembre de 2015

LII edición del Carnaval de la Química

Recojo el testigo de José Manuel López Nicolás de Scientia, y por primera vez El celuloide de Avogadro acogerá este mes de noviembre la LII edición del Carnaval de la Química, que comenzó su recorrido por decenas de bitácoras hace ya más de cuatro años en el blog Ese Punto azul Pálido de Dani Torregrosa.

Con motivo de esta nueva edición, cobrará protagonismo el elemento de la tabla periódica telurio (Te), con número atómico 52. Este metaloide es muy escaso y su presencia es casi anecdótica en la corteza terrestre. Una buena analogía sobre cómo me siento yo albergando un evento de divulgación de semejante calibre después de los grandes blogueros que me han precedido.

regreso volver al futuro emmett brown doc Christopher Lloyd robert zemeckis crazy scientist film chemistry flask
Doc flipando con tanta ciencia.
Para formar parte del Carnaval de la Química, os animo a enviar tanto entradas de texto como material de tipo audiovisual de temática libre pero relacionados de una u otra manera con la Química.

Podéis participar libremente desde hoy, 9 de noviembre hasta el próximo 6 de diciembre, ambos días inclusive. No hay límite de contribuciones, y todas las entradas participantes deberán incluir como referencia el texto siguiente enlazando a este post:

"Esta entrada participa en la LII edición del Carnaval de Química, alojada en el blog El celuloide de Avogadro de @CeluloideA".

Voluntariamente, también podéis incorporar la siguiente imagen acompañando al texto.


Para enviar vuestras contribuciones, podéis utilizar los siguientes métodos:
  1. Mediante Twitter: escribiendo a @CeluloideA o @CarnavalQuimica.
  2. Por medio de un comentario en esta entrada del blog, que será moderado.
  3. A través de correo electrónico:
Iré recopilando en esta misma entrada las contribuciones que vaya recibiendo, y una vez acabado el Carnaval publicaré un resumen de esta edición y cederé el turno al blog que se encargue de alojar la próxima edición.

Atreveos a participar en el Carnaval, y ¡¡que fluya la Química!!


Contribuciones al Carnaval


  1. Dulce leche sin lactosa, de Germán Fernández en el blog El Neutrino.
  2. Y aquella bonita mariposa se enamoró del pequeño elefante..., de Marta I. Gutiérrez en el blog Siempre Con Ciencia.
  3. Química para eliminar el sufrimiento humano, de Ramón And en el blog Flagellum.
  4. Frío Frío, caliente caliente. Jugando con la Pirámide, de Quimidicesnews en el blog Quimidicesnews.
  5. La influencia de la mitología en la ciencia (22ª Parte): Vanadis, de Dani Torregrosa en el blog Ese Punto Azul Pálido
  6. ¿Cuál es el compuesto que peor huele?, de CeluloideA en el blog El celuloide de Avogadro.
  7. El fuego como primera arma química, de J. Gil Muñoz en el blog Radical Barbatilo.
  8. Entre el genio y el genocidio, de J. Gil Muñoz en el blog Radical Barbatilo.
  9. Se ha escrito un crimen... con nicotina, de J. Gil Muñoz en el blog Radical Barbatilo.
  10. La historia negra de los Nobel, de J. Gil Muñoz en el blog Radical Barbatilo.
  11. Fumata negra, fumata blanca: La química que hay detrás, de CeluloideA en el blog El celuloide de Avogadro.
  12. Más letal que el miedo, de J. Gil Muñoz en el blog Radical Barbatilo.
  13. Edward Elgar, el compositor aficionado a la química que estuvo a punto de volar su casa, de Dani Torregrosa en el blog Ese Punto Azul Pálido
  14. Sir Arthur Conan Doyle y la tintura de Gelsemium, de CeluloideA en el blog El celuloide de Avogadro.
  15. La extraordinaria salud de la Química asturiana [reseña], de Justo Giner en el blog La Química en el siglo XXI.
  16. Los venenos, a la orden del día, de Paco Gil y J. Gil Muñoz en el blog Un lugar para la reflexión.
  17. La química ciencia experimental. de Descubrirlaquimica en el blog Descubrir la Química.
  18. La enfermedad se vuelve molecular, de Ramón And en el blog Flagellum.
  19. William Blake: la aventura del espíritu humano, de Marta Macho Stadler en el blog ZTFNews.
  20. Joseph Shivers, inventor del elastano, de Marta Macho Stadler en el blog ZTFNews.
  21. Espectroelectroquímica (I): Un gran trabajo en equipo, de Jesús Garoz Ruiz en el blog Moles de química.
  22. Centenario del nacimiento del químico Henry Taube, de Marta Macho Stadler en el blog ZTFNews.
  23. Cada día, un poco de química, de Marta Macho Stadler en el blog ZTFNews.
  24. ¿Quién fue el primer científico?, de Cristian Cárdenas en el blog From Cardescu Web.
  25. La enzima que permitió descifrar el código genético, de Ramón And en el blog Flagellum.
  26. 3/12/1910: se presenta la lámpara de neón, de Marta Macho Stadler en el blog ZTFNews.

4 de noviembre de 2015

Sir Arthur Conan Doyle y la tintura de Gelsemium

Sir Arthur Conan Doyle, el autor de la serie de novelas policiacas de Sherlock Holmes, ferviente defensor del espiritismo y oftalmólogo a tiempo parcial, también hizo sus pinitos como investigador cuando decidió indagar los efectos de la tintura de cierta planta sobre el modelo más apropiado que encontró: él mismo.

david calder houdini sir arthur conan doyle adrien brody spiritism

La planta en particular era, probablemente, la especie Gelsemium sempervirens, conocida en castellano como gelsemio, y el año era 1879. En el British Medical Journal se publicó la carta del entonces desconocido veinteañero estudiante de Medicina de la Universidad de Edimburgo. La carta se titulaba "Gelsemium como veneno" (Gelsemium as a Poison), y relataba cómo Arthur Conan se administró a sí mismo una dosis pequeña de la tintura de gelsemio y fue aumentándola día tras día hasta que no pudo aguantar más los síntomas tóxicos, que consistían principalmente en diarrea persistente, dolor de cabeza frontal severo y una importante depresión

Gelsemium sempervirens Carolina Jasmine yellow jessamine evening trumpetflower woodbine
Flores de Gelsemium sempervirensFuente.

El experimento


Su intención con este experimento era determinar la dosis mayor tolerada por una persona de esta tintura, y describir los síntomas primarios de una sobredosis.

Durante el periodo de experimentación, Doyle midió cuidadosamente la dosis de tintura que tomaba (medida en "minims", una medida imperial de volumen que equivale a una gota o unos 0,0616 ml), evitó consumir tabaco y se administró la dosis por vía oral a la misma hora todos los días.
  • A dosis bajas de entre 40 y 60 minims de tintura no observó efectos.
  • Tras la ingesta de 90 minims (5,54 ml), a los 20 minutos experimentó mareos.
  • A los 120 minims, el mareo fue más leve, pero experimentó problemas de visión y una parálisis leve.
  • Los efectos psicológicos desaparecían a los 150 minims (9,25 ml), pero seguía percibiendo dolores de cabeza además de diarrea.
  • Finalizó su autoexperimentación el octavo día, tomando la cantidad de 200 minims o 12,32 ml. Le provocó una diarrea persistente, dolor de cabeza y notó el pulso más leve.


Los resultados


Las conclusiones de sus pesquisas, cual Sherlock Holmes de las drogas naturales, fueron dos:

Sherlock holmes magnifying glass lupa basil rathbone shadow sombra

Primero, estableció que adultos sanos podían tomar hasta 90 minims sin sentir efectos secundarios, y que a dosis altas, a pesar de los efectos indeseados, podría desarrollarse tolerancia como en el caso del opio.

Aseguró además que la tintura de Gelsemium era útil en el tratamiento de neuralgias o dolores neuropáticos, y también aliviando mareos. En general, describió los resultados como una "sensación de bienestar" perceptible.


¿Qué compuesto produjo estos efectos en el pobre (pero atrevido) Arthur Conan?


Entre los cientos de compuestos que se pueden encontrar en plantas del género Gelsemium, la gelsemina es uno de los que tiene mayor actividad. Se trata un alcaloide cuyo mecanismo de acción es contrario al del veneno estricnina, ya que actúa como agonista sobre los receptores inhibitorios de glicina y por lo tanto ralentiza la acción de las neuronas motoras.

giulietta masina gelsomina federico fellini zampanò the road
Diferenciemos la gelsemina de la adorable Gelsomina (del italiano
"gelsomino": jazmín).
Doyle observó una parálisis moderada, que se corresponde con la inhibición del movimiento muscular voluntario. La diarrea pudo producirse como resultado de la disminución del control muscular involuntario, que también se ve afectado, en este caso involucrando al esfínter anal. Sin embargo, ni el alivio del dolor neuropático ni tampoco el de los mareos o vértigos se pueden explicar con esta actividad sobre el receptor de glicina.

En ensayos realizados sobre modelos animales se encontró que el receptor de glicina α3, que se encuentra en la médula espinal, al ser activado estimula la producción de aloprenanolona, un esteroide capaz de inducir analgesia por un mecanismo relacionado con los canales de calcio tipo T. Estos canales tienen un importante papel regulando la contracción muscular, concretamente la del corazón, pero también determinadas isoformas están relacionadas con la causa del dolor neuropático, como es el caso de la neuropatía diabética.



¿Cuál es la relevancia de su experimento?


La ya mencionada aloprenanolona está vinculada con receptores GABA (los que responden al neurotransmisor ácido γ-aminobutírico), actuando como modulador alostérico positivo de estos y reduciendo en consecuencia la ansiedad y la depresión, que puede reflejarse en una sensibilidad al dolor subjetiva disminuida. En otras palabras, que te da un poco igual si te duele algo o no.

El papel de la gelsemina y los extractos de Gelsemium como analgésicos en casos de dolor neuropático crónico o como ansiolíticos se ha confirmado en estudios farmacológicos recientes, aunque su extremadamente compleja síntesis química de una veintena de etapas y un rendimiento del 1 % tira para atrás y es uno de los mayores retos a los que se enfrentan los científicos.



Fuentes:
Fiks, A. P. (2003). Self-experimenters: sources for study (p. 63)
Doyle, A.C. (1879): Gelsemium as a Poison, British Medical Journal 2.977 
Brower, J. (Nature's Poisons, 2014): Gelsemium and Sir Arthur Conan Doyle, the Self-Poisoner

Esta entrada participa en la LII edición del Carnaval de Química, alojada en el blog El celuloide de Avogadro de @CeluloideA.