28 de junio de 2017

¿Por qué son permanentes los tatuajes?

Desde hace siglos, los tatuajes acompañan a los humanos, y aunque mudemos alrededor de un millón de células de la epidermis cada día, los tatuajes se quedan ahí. 

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Como muchos sabréis, en la técnica del tatuaje se insertan pigmentos con una aguja en una capa más profunda llamada dermis. Cada vez que la aguja atraviesa la epidermis y se inserta en la dermis, desencadena una alerta para iniciar el proceso inflamatorio y células inmunes acuden al lugar de la erosión para “arreglar” el follón. Es precisamente este proceso el que hace que los tatuajes sean permanentes: los macrófagos fagocitan los pigmentos para intentar eliminarlos del cuerpo. 

Algunos regresan a los nódulos linfáticos pero otros se quedan en la dermis, produciendo el color que se ve a través de la piel. Los fibroblastos, por otro lado, también pueden engullir partículas de pigmento. Estas células de la dermis se quedan ahí para siempre, o al menos hasta que los macrófagos poco a poco vayan devorando la tinta cumpliendo su función de eliminar del organismo los cuerpos extraños. 

Es decir, que poco a poco nuestro cuerpo intentará deshacerse del tatuaje, lo que se traduce en un color menos intenso y líneas menos definidas. La degradación de los pigmentos también se produce por radiación ultravioleta, pero el uso de cremas solares la previene.


"¿Por qué son permanentes los tatuajes?" fue publicado originalmente en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.

21 de junio de 2017

¿En qué consiste el delirio de Capgras?

Descrito por primera vez en 1923 por el psiquiatra francés Joseph Capgras, este delirio se identificó en una mujer conocida como “Madame M.”, que se quejaba de que unos “dobles” habían suplantado la identidad de su marido y de otras personas cercanas. 

Empeñada en que su marido no era con el que se había casado, pero sí alguien muy, muy parecido que había ocupado su lugar durante nada menos que 10 años, Capgras y un colega llamaron a su desorden “ilusión de los impostores”.

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Inicialmente se consideró un desorden puramente psiquiátrico, ya que el delirio se asemejaba a los síntomas positivos de la esquizofrenia, y además se pensaba que era exclusivo del género femenino, formando parte de lo que en la época se describía como “histeria”.

No fue hasta los años 80 del siglo pasado que se empezó a ver que este desorden tenía relación con lesiones cerebrales orgánicas o degeneración que a priori no se consideraban relacionadas. En la actualidad, el síndrome de Capgras se interpreta como un desorden neurológico debido a estas lesiones orgánicas normalmente asociadas a demencias, enfermedades neurodegenerativas o esquizofrenia paranoide.

El neurocientífico Ramachandran va más allá y teoriza que el origen de este síndrome se debe a una desconexión entre el córtex inferotemporal, donde se reconocen las caras, y el sistema límbico (amígdala), asociado a las emociones. Por eso, reconocen a las personas pero no sienten ese apego emocional hacia ellas, creando la ilusión de que son impostores haciéndose pasar por los seres queridos.

Como curiosidad, tanto la película original de 1956 "La invasión de los ladrones de cuerpos" como el remake de 1978 "La invasión de los ultracuerpos" y la novela en la que están basadas tienen en común el leitmotiv de personas que notan extraños a sus amigos y seres cercanos, pero en este caso con razón por acción de unos aliens.


"¿En qué consiste el delirio de Capgras?" fue publicado originalmente en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.

7 de junio de 2017

¿Cómo te envenenan las serpientes?

El veneno de serpiente es muy útil para estos reptiles, ya que inmoviliza y mata a las pequeñas víctimas de sus afilados colmillos. Además, también disuade a otros animales de mayor tamaño de atacarlas. 

Harry Potter Reliquias de la Muerte: Parte 1 serpiente nagini malfoy manor voldemort

Los venenos son en su mayoría cócteles químicos de enzimas que catalizan reacciones, y por eso los efectos de estos venenos suceden de forma tan rápida. Es decir, que las cosas chungas pasan en muy poco tiempo. 

Existen cuatro categorías de venenos de serpiente: 

  • Hemotóxicos: El lugar de acción del veneno son la sangre y los vasos produciendo, entre otros, una coagulación masiva forzando el paso de la protrombina presente en nuestro cuerpo a trombina, que ayuda a la degradación del fibrinógeno a fibrina. 
  • Citotóxicos: Estos venenos atacan a los tejidos y sus células, provocando necrosis de los sitios afectados y llegando hasta a la amputación de miembros. 
  • Neurotóxicos: Actúan a nivel de cerebro y nervios. Pueden bloquear neurotransmisores y sus dianas, provocando parálisis o fallo respiratorio. 
  • Proteolíticos: Degradan proteínas de células del cerebro, nervios o músculos, entre otros. Todos los venenos de serpiente contienen en mayor o menor medida elementos proteolíticos.


"¿Cómo te envenenan las serpientes?" fue publicado originalmente en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.