Desde 1873 en Japón, los primeros días de enero se celebra el Año Nuevo Japonés o Shōgatsu, coincidiendo con el Año Nuevo del calendario gregoriano u occidental.
¿Qué es el mochi?
En estas fechas los japoneses envían postales o nengajō, deseando un feliz año nuevo a los amigos y familiares, tañen campanas 108 veces la noche del 31 de diciembre en los templos budistas, y comen platos especiales de estas fechas como el osechi-ryōri. También son aficionados a cocinar y después comer los famosos mochi, unos pastelitos de arroz glutinoso (Oryza sativa var. glutinosa) triturado que son preparados antes de Año Nuevo y consumidos a principios de enero. Se pueden comer en una especie de sopa dulce, o tostados y servidos con salsa de soja dulce, envueltos en algas secas, y se estima que cada japonés come 1 kg de mochi de media en un año, la mayoría en estas fechas.
Foto de Makiko Itoh. |
Un dulce muy versátil
Otro uso de estos dulces es formar las llamadas kagami mochi (espejos mochi), unos centros de decoración compuesto por dos bolitas de mochi y una especie de brocheta debajo con un pérsimon seco o una mandarina y algas kombu. El 11 de enero de cada año, el kagami-mochi seco se rompe con un martillo y se cocinan los restos en una sopa de pasta de judías tipo azuki (un shiruko).
En el folclore japonés, al mochi se le atribuyen propiedades medicinales de lo más variadas, desde calentar el cuerpo y dar vigor en los meses más fríos, a nutrir especialmente el páncreas, el bazo y el estómago.
Según la tradición, es muy fácil de digerir y son perfectos para personas con un estado muy debilitado, como pacientes anémicos y en personas con trastornos del equilibrio del azúcar en sangre. En algunos casos, se preparan con artemisa (Artemisia vulgaris), que aporta al postre calcio y hierro, y se da tradicionalmente a las mujeres lactantes tras el parto ya que, según la tradición, asegura el suministro de leche materna al bebé.
Danger! Handle with care
El problema de la inocente tradición de atiborrarse a mochis viene cuando, por desgracia, en 2015 nueve personas fallecieron atragantadas mientras los comían, y más de 100 personas tuvieron que ser hospitalizadas a causa de este pastelito. Todos los años muere alguna persona por el consumo de este dulce con almidón de arroz, pero este año la cifra ha sido especialmente alta. En comparación con años anteriores, en 2014 hubo cuatro muertes, y dos en 2013. Entre 2006 y 2009, la cifra fue de 18 personas muertas por asfixia. Los fallecidos suelen ser ancianos en 8 de cada 10 casos, ya que tienen mayores dificultados para tragar estos postres pegajosos. El mochi es la primera causa de muerte por asfixia de un alimento en el país nipón.
Cada año, los servicios de emergencia japoneses aconsejan a la gente que corten el mochi en trozos pequeños del tamaño de un bocado cuando la persona que va a comerlo sea un anciano o un niño, y que lo mastiquen bien antes de tragarlo. Advierten que nunca se debería comer mochi cuando uno se encuentra solo.
Aprovechando el temor de una población japonesa cada vez más envejecida demográficamente hablando, la empresa Fukunao Medical Foods de Osaka ha desarrollado un mochi fácil de masticar y tragar gracias a la acción de una enzima, no he encontrado cuál, que mantiene el sabor pero modifica su textura gomosa y pegajosa.
Fuentes:
Slate France (2011): Un gâteau traditionnel tueur au Japon
Itoh, M. (2011): Rice takes prized, symbolic yearend form. The Japan Times
McCurry, J. (2015): Nine people choke to death eating mochi rice cakes in Japan. The Guardian