Riquísimo en antioxidantes y polifenoles como catequinas, taninos, flavonoides y teaflavinas, el té verde constituye aproximadamente un 20 % del total de té que se bebe en todo el mundo. Consumido desde hace milenios y tradicionalmente usado como astringente y cicatrizante, en las últimas décadas se le han atribuido numerosos efectos beneficiosos para la salud.
Los beneficios
El té verde es capaz de reducir el riesgo de padecer enfermedades coronarias y baja los niveles de colesterol total y aumenta los de HDL o "colesterol bueno". También se ha escrito que, en estudios poblacionales, ha demostrado tener un papel en la protección contra varios tipos de cáncer, pero la evidencia sobre esta afirmación no está muy clara.
Puede ayudar a paliar síntomas de enfermedad intestinal inflamatoria, mejora el control de la glucemia en diabetes mellitus tipo 2, y puede ser útil en la pérdida de peso por estimular la lipólisis en adipocitos.
Se ha estudiado también que, por sus propiedades antimicrobianas, es efectivo en la prevención de caries, y por sus efectos antiinflamatorios, sus extractos son útiles en el tratamiento de la artritis reumatoide y en otras afecciones como verrugas genitales externas causadas por el virus del papiloma humano.
El té verde es maravilloso, ¿verdad? No del todo...
El lado (un poco más) oscuro
Aunque parece una panacea, muchos de los estudios que sostienen estos efectos beneficiosos son estudios preliminares aún no contrastados, y en ocasiones contradicen a otros ya publicados y aceptados.
La Natural Medicines Comprehensive Database no califica al té verde como "efectivo" en ninguna de las indicaciones que se le atribuyen. Lo categoriza como "probablemente efectivo" para el tratamiento de las verrugas genitales y la hiperlipidemia, además de causar un estado de alerta mental, nos arriesgamos a deducir que por su contenido en esa base xántica llamada cafeína. Su efectividad en otras enfermedades pasa desde "posiblemente efectivo" en enfermedad coronaria arterial, hipotensión, osteoporosis o cáncer de endometrio u ovarios, hasta "insuficientemente fiable" para el cáncer colorrectal, diferentes tipos de cáncer y acné, entre otros. Estudios afirman que en realidad el riesgo de padecer cáncer crece o no se ve afectado en absoluto.
Además el té verde puede interferir con diversos fármacos como algunos usados en quimioterapia. En concreto produce una interacción de tipo sinérgico con antineoplásicos como la doxorrubicina y el tamoxifeno. Otros fármacos afectados por el consumo de té verde son la warfarina (un anticoagulante oral), los IMAOs (inhibidores de la monoamina oxidasa, medicamentos antidepresivos), antibióticos del tipo quinolonas como el ciprofloxacino, y más. Se puede consultar una lista más extensa en MedlinePlus.
El polémico caso
En mayo de 2015, una mujer estadounidense de Fort Wayne, Indiana denunció a la compañía internacional Arbonne, alegando que un producto comercializado por la marca a base de extractos de té verde contenía, según la acusación, niveles tóxicos de té, que le provocaron un fallo hepático agudo tras seis semanas de "tratamiento" con el producto, que le prometía efectos quemagrasa milagrosos.
Desarrolló letargo e ictericia, llegó a ser hospitalizada y diagnosticada de la afección hepática. No tenía antecedentes de enfermedades del hígado como hepatitis vírica ni presentó factores de riesgo como abuso de alcohol.
La evidencia científica
A raíz de este mediático caso, poco a poco han ido apareciendo más estudios que sugieren que el té verde podría producir daño hepático. Desde 2009, la FDA avisó a los consumidores de que la gama de productos para perder peso Hydroxycut®, que contenía entre otros ingredientes extracto de té verde, podía producir daño en el hígado potencialmente.
En España, se suspendió en 2003 el fármaco Exolise® (galato de epigalocatecol), un medicamento preparado a partir de un extracto hidroalcohólico de hojas de té verde rico en catecoles, que se recomendaba como complemento de regímenes para adelgazar. Desde su comercialización por Arkopharma en 1999, se notificaron 13 casos de afecciones hepáticas en pacientes que lo consumieron, cuatro de ellos fueron notificados en nuestro país. Estos casos poco frecuentes (1/100,000) aparecían como promedio 50 días después del comienzo del tratamiento.
En 2009, científicos de la Universidad de Roma realizaron una revisión bibliográfica de artículos publicados entre 1999 y 2008, e identificaron 34 casos de daño hepático relacionados directamente con el consumo de té verde. Esos mismos autores publicaron en 2015 un artículo en la revista Archives of Toxicology en el que encontraron una correlación causística probable en más del 20 % de los casos, y posible en más del 50 %, analizando bibliografía publicada a partir de 2008.
Una revisión sistemática de la seguridad de extractos de té verde llevada a cabo por la Farmacopea de EEUU en 2008 y publicada en Drug Safety concluyó que un 15.7 % de las alertas de seguridad relacionadas con estos productos eran por daño hepático, siendo posible la correlación en un 73 % de los casos, y probable en el resto.
La Natural Medicines Comprehensive Database clasifica al té verde como "probablemente seguro" cuando se emplea como bebida en cantidades moderadas, y "posiblemente seguro" cuando se utiliza en extractos hasta seis meses seguidos.
En el otro extremo, usado de forma oral a largo plazo y en dosis muy elevadas se considera "posiblemente no seguro" debido a su contenido en cafeína. Se cita una larga lista de efectos adversos, entre ellos el omnipresente fallo hepático, y además nombran una serie de interacciones con suplementos y fármacos, que ya hemos comentado.
Sobre los polifenoles, por otro lado, en un artículo que discutía sus beneficios y sus riesgos, hay consenso sobre sus beneficios biológicos en la prevención de cáncer y enfermedades cardíacas, pero hay que tener en cuenta la ausencia de investigación en los posibles efectos adversos de los estos compuestos, ya que hay un vacío en lo que a la seguridad de los suplementos a base de plantas se refiere.
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Es seguro o no?
La Natural Medicines Comprehensive Database clasifica al té verde como "probablemente seguro" cuando se emplea como bebida en cantidades moderadas, y "posiblemente seguro" cuando se utiliza en extractos hasta seis meses seguidos.
En el otro extremo, usado de forma oral a largo plazo y en dosis muy elevadas se considera "posiblemente no seguro" debido a su contenido en cafeína. Se cita una larga lista de efectos adversos, entre ellos el omnipresente fallo hepático, y además nombran una serie de interacciones con suplementos y fármacos, que ya hemos comentado.
Sobre los polifenoles, por otro lado, en un artículo que discutía sus beneficios y sus riesgos, hay consenso sobre sus beneficios biológicos en la prevención de cáncer y enfermedades cardíacas, pero hay que tener en cuenta la ausencia de investigación en los posibles efectos adversos de los estos compuestos, ya que hay un vacío en lo que a la seguridad de los suplementos a base de plantas se refiere.
A día de hoy, no hay una evidencia contundente de que el té verde provoque fallo hepático, yo por lo menos seguiré disfrutando de una taza de té verde o dos al día, porque, como decía Paracelso y ya hemos repetido en alguna ocasión en el blog: "sola dosis facit venenum".
Fuentes:
University of Maryland Medical Center: Green tea
MedlinePlus (U.S. National Library of Medicine): Té verde
Lambert, JD et al. (2007): Possible Controversy over Dietary Polyphenols: Benefits vs Risks
Mazzanti, G et al. (2009): Hepatotoxicity from green tea: a review of the literature and two unpublished cases
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS): Ref: 2003/03 Suspensión de comercialización de la EF Exolise®: Extracto etanólico de té verde
MedlinePlus (U.S. National Library of Medicine): Té verde
Lambert, JD et al. (2007): Possible Controversy over Dietary Polyphenols: Benefits vs Risks
Mazzanti, G et al. (2009): Hepatotoxicity from green tea: a review of the literature and two unpublished cases
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS): Ref: 2003/03 Suspensión de comercialización de la EF Exolise®: Extracto etanólico de té verde