Todos nos cepillamos los dientes (en teoría) al menos tres veces al día, pero, ¿nunca os habéis preguntado qué contiene realmente esa crema de colorines o blanca que nos frotamos contra los piños día sí, día también? A mí sí, y desde hace algún tiempo, me provocaba curiosidad la composición de la pasta dental, así que decidí leer varias fuentes para sacar algo en claro.
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Lista de ingredientes de la marca de pasta de dientes "natural" más vendida en el Reino Unido: Kingfisher. |
Esencialmente, los dentífricos llevan los siguientes ingredientes en su composición:
- Agua purificada y humectantes en un 75 %.
- Flúor en una concentración que ronda el 0,15 %. Se puede encontrar en forma de monofluorofosfato sódico, viene del fluoruro de calcio y ayuda a prevenir la caries.
- Saborizantes que pueden ser a la menta, hierbabuena u otros, y edulcorantes. A veces llevan extractos de plantas como el hinojo (Foeniculum vulgare), terpenos como el limoneno o compuestos aromáticos como el anetol, que aporta un sabor como a regaliz.
- Colorantes.
- Amortiguadores del pH.
- El imprescindible agente limpiador: lauril éter sulfato de sodio o SLES, un detergente y surfactante.
- Además de algún ingrediente clave más, que es el que nos hace decantarnos por un producto en concreto y no otro.
Voy a comentar algunas de las posiblidades de estos ingredientes añadidos para tener una dentadura digna del Gato Risón, clasificados según el problema dental que se quiera tratar:
Sarro
Para bloquear la formación de
sarro, los dentífricos con pirofosfatos como el
hexametafosfato de sodio son los más usados. Además de prevenir la aparición de sarro evitando que se adhieran a la dentina las partículas de sales de calcio y
fósforo.
Sin embargo, las pastas con pirofosfatos pueden provocar sensibilidad dental, y no eliminan los depósitos endurecidos o placa, que deben ser eliminados con una limpieza profesional.
Caries
Si lo que queremos es prevenir las caries, el archiconocido flúor en forma de fluoruro de sodio o fluoruro de estaño. Forma fluorapatita en el diente, que es un componente normal del esmalte, evitando su desmineralización. En las pastas de dientes su contenido se limita al 0,3 % para evitar efectos negativos como la fluorosis dental, y en formulaciones para niños el límite es del 0,05 % pero en casos especiales puede llegar al 1,1 % (5000 ppm).
Sensibilidad dental
La sensibilidad se relaciona con problemas como alguna fractura dental, nuevas o recurrentes caries, o migración de la encía, que deja al descubierto zonas sensibles. Para tratarla conviene utilizar dentífricos con nitrato potásico, citrato de sodio y/o cloruro de estroncio. En casos de un uso prolongado, es aconsejable la supervisión de un dentista.
Gingivitis
En casos de
gingivitis o inflamación de las encías, se emplean preparaciones con
triclosán, un antibacteriano que también quita la placa dentobacteriana. Su uso no está recomendado en menores de seis años. y tonifica las encías. Anteriormente se usaba otro antibiótico, la
clorhexidina, pero está en desuso ya que provoca una coloración oscura de los dientes.
Objetivo: blanquear
Si nuestra intención es más estética y nos interesa blanquear los dientes, debemos escoger preparaciones con peróxido de carbamida. Su contenido está restringido al 1 % como máximo en pastas dentales y colutorios comercializados al público.
Además, está la posibilidad de usar pastas con
agentes pulidores o abrasivos (arena, sales...) como el
sílice, el
óxido de aluminio, el
carbonato cálcico, el
fosfato cálcico, el
bicarbonato sódico o la
alúmina. Su función es pulir áreas pigmentadas para eliminar o disminuir las manchas.
Fuentes:
Regional Activity Centre for Sustainable Consumption and Production (2003): La pasta de dientes