Hace poco, leímos un artículo basado en el libro del Dr. Jayson y Mira Calton "Rich Food, Poor Food" sobre varios aditivos alimentarios permitidos en los Estados Unidos de América que, sin embargo, se encuentran bastante controlados o incluso prohibidos en otros países debido a los efectos adversos que pueden llegar a causar.
En otra ocasión ya hablamos sobre los aditivos alimentarios tipo E, y ahora me he entretenido en buscar una pequeña muestra de estos aditivos, que espero sean bastante ilustrativos de lo que estamos expuestos en los alimentos que consumimos:
En otra ocasión ya hablamos sobre los aditivos alimentarios tipo E, y ahora me he entretenido en buscar una pequeña muestra de estos aditivos, que espero sean bastante ilustrativos de lo que estamos expuestos en los alimentos que consumimos:
Aceite vegetal bromado o BVO
Anteriormente, ya comentamos algo sobre el BVO en el blog. Se trata de un emulsificante y estabilizador del sabor a cítricos usado en bebidas y refrescos como el Powerade, que también se emplea como retardante de llamas en caso de incendios.
Está prohibida su utilización en alimentos y bebidas en la Unión Europea y varios países.
Olestra: sacarosa con 6-8 ácidos grasos. Fuente. |
Olestra
Se utiliza en patatas fritas "sin grasa" como Pringles Light o Delight y Lay's light. Se trata de un sustituto del aceite vegetal que no se digiere y no aporta calorías, pero puede causar varios efectos secundarios tras un consumo elevado como dolores abdominales, inhibición de la absorción de las vitaminas liposolubles A, D, E y K y deposiciones sueltas.
Su uso está prohibido en Europa y en Canadá, por ejemplo.
Ractopamina
O 4-[3-[[2-hidroxi-2-(4-hidroxifenil)etil]amino]butil]fenol. Es un agonista β-adrenérgico que se usa como inductor del crecimiento en mamíferos, ya que estimula la síntesis de proteínas en los músculos y aumenta el tamaño de las fibras musculares, incrementando así el porcentaje de carne magra del animal. Se estima que el 45 % de los cerdos de EEUU y el 30 % del ganado bovino son tratados con esta amina fenólica.
Está prohibida en la Unión Europea y también en China y Rusia (en total, 160 países), y entre sus efectos adversos podemos encontrar carcinogénesis, mutagénesis y hasta cambios conductuales.
En otra ocasión ya hablamos de este metaloide, un tradicional veneno. Se emplea también en carnes de aves como el pollo y el pavo para aumentar la pigmentación rosada y aparentar ser más fresca. Su uso se prohibió en Europa en 1999 y se consideran impurezas hasta en cantidades de 3 mg/kg.
El laboratorio Pfizer retiró su producto comercializado para este fin en 2011, sigue usándose a pesar de que puede causar cáncer tras una ingesta continua y abundante.
Hormona somatotropina bovina recombinante (rBST, rBGH)
En inglés recombinant bovine growth hormone. Se puede encontrar en productos lácteos y carnes. Se obtiene mediante recombinación del ADN y se inyecta a las vacas para aumentar la producción de leche.
Su uso está prohibido en Europa, Japón, Canadá y Australia, entre otros, pero no en EEUU, ya que según la Sociedad Americana del Cáncer, en animales sí se ha demostrado que puede promover el desarrollo de bacterias resistentes a antibióticos, pero no hay evidencia de que estas resistencias se puedan transmitir a los humanos.
Azodicarbonamida
Como ya comentamos en este mismo blog, se usa como blanqueante de harina en panes y otros productos, además de emplearse en la fabricación de gomas y plásticos.
Su empleo en alimentos de bollería puede producir problemas respiratorios como asma, y su empleo está regulado en Europa y Australia, por ejemplo.
Carragenano
Sin embargo, en Europa su uso está prohibido en alimentos dirigidos a niños por razones preventivas, ya que tiene efectos inflamatorios a nivel gastrointestinal y potencialmente puede promover la carcinogénesis. Además, puede reaccionar con sustancias presentes en la comida como el hipoclorito y formar semicarbazida (SEM, metabolito de la azodicarbonamida) al calentarse.
Bromato potásico (KBrO3)
También se emplea en harinas, para con el fin de conseguir que la masa sea más elástica y maleable.
Se ha demostrado que su consumo prolongado puede causar desórdenes de tipo tiroideo, problemas gastrointestinales y del sistema nervioso central o SNC entre otros, y está catalogado como posible carcinógeno renal sólo en el Estado de California en Estados Unidos.
Atrazina
No es un aditivo per se, pero se emplea como pesticida en maíz, caña de azúcar y cereales. De esta forma puede llegar al agua potable, y por eso su uso está muy restringido en Europa.
Causa teratogenia en sapos y actúa como disruptor endocrino.
Causa teratogenia en sapos y actúa como disruptor endocrino.
Hidroxianisol butilado (BHA), hidroxitolueno butilado (BHT)
Ambos son conservantes, y se añaden a productos alimenticios como cereales, chicles, mantequilla, carnes y cerveza.
En particular, el BHA es capaz de causar reacciones alérgicas e hipersensibilidad a grandes dosis, pero la ingesta diaria admisible establecida por la Autoridad de Seguridad Alimentaria Europea (European Food Safety Authority, EFSA) es de 1 mg/kg/día, cantidad que no suele alcanzarse en condiciones habituales.
Difenilamina (DPA)
Su empleo está fuertemente regulado en Europa sobre todo para los trabajadores que puedan estar en contacto con la sustancia, pero no representa un riesgo grande para los consumidores.
Pero no nos asustemos demasiado: ¿significa esto que las leyes de Estados Unidos permiten aditivos peligrosos en la comida?
En una palabra: No.
¡Controlemos nuestra quimiofobia!: "Soylent Green is...!!!" |
La realidad es que la FDA y la Comisión Europea tienen diferentes enfoques respecto a la aprobación o denegación de aditivos. Por un lado, en la Unión Europea, se sigue el llamado principio de precaución, cuyo objetivo es asegurar un nivel elevado de protección medioambiental a través de la toma de decisiones preventivas. Cuando hay evidencia de un riesgo potencial al hombre o al medio ambiente, se toman acciones protectoras aun cuando todavía hay incertidumbre en datos científicos definitivos.
Además, para proceder a la aprobación de las sustancias, los fabricantes deben aportar, entre otra información, estudios toxicológicos a corto y largo plazo, si procede. Por otro lado, tradicionalmente en la Unión Europea se suelen prohibir categóricamente el uso de hormonas para el ganado (rBGH) y son reticentes respecto a los transgénicos.
Además, para proceder a la aprobación de las sustancias, los fabricantes deben aportar, entre otra información, estudios toxicológicos a corto y largo plazo, si procede. Por otro lado, tradicionalmente en la Unión Europea se suelen prohibir categóricamente el uso de hormonas para el ganado (rBGH) y son reticentes respecto a los transgénicos.
Por otro lado, en EEUU se tiene un enfoque diferente en cuanto al manejo de sustancias químicas. Se establece un umbral elevado para demostrar que un compuesto pueda producir daño, y solo si se alcanzara este nivel de evidencia, entonces se tomarían medidas reglamentarias.
Existen aspectos en los que la legislación vigente de Estados Unidos es más restrictiva, como por ejemplo en lo relacionado con la listeriosis, enfermedad producida por una bacteria que puede causar una infección del SNC y que se encuentra en las leches sin pasteurizar y en los quesos frescos elaborados con leche cruda. Esto puede ser un problema entre las comunidades hispanas por la tradición de preparar quesos frescos caseros.
Existen aspectos en los que la legislación vigente de Estados Unidos es más restrictiva, como por ejemplo en lo relacionado con la listeriosis, enfermedad producida por una bacteria que puede causar una infección del SNC y que se encuentra en las leches sin pasteurizar y en los quesos frescos elaborados con leche cruda. Esto puede ser un problema entre las comunidades hispanas por la tradición de preparar quesos frescos caseros.
Fuentes:
European Food Safety Authority: EFSA Journal