El degu común o degú, el Octodon degus es un roedor caviomorfo (como el carpincho o capibara) originario de Sudamérica.
La primera vez que los vi fue en un sitio cuanto más desagradable: el animalario de la Universidad, donde guardan a los animales que posteriormente utilizarán para experimentación. En ese sitio horrible había desde los típicos ratoncitos de laboratorio, cobayas y ratas, hasta monos rhesus, beagles y estos curiosos animales de cola peluda, los "octodones" o degús. Antes no había oído hablar de la especie, y me los describieron en ese momento como "una mezcla de rata y conejo con muy mala uva".
El nombre del género de los degús incita a pensar que sólo tienen ocho dientes, pero en realidad tienen 20 piezas dentales cuya sección horizontal se asemeja a la forma de un 8. Investigando, he descubierto que en realidad estos animalitos no son tan ariscos como me dijeron, si no altamente sociables y extremadamente inteligentes, y pueden acostumbrarse al contacto con humanos desde pequeños.
Tienen una actividad diurna, a diferencia de otros roedores más populares como mascota, viven en cautiverio entre 6 y 8 años pero pueden llegar hasta los 15 años en libertad, y son exclusivamente herbívoros (aunque propensos a la diabetes por mal metabolismo de hidratos de carbono debido a la divergencia en la estructura de su insulina).
El problema principal del cuidado y mantenimiento de esta especie deriva del crecimiento continuo de sus dientes, por lo que tienen tendencia a roer todo lo que les rodea y se recomienda utilizar jaulas de barrotes metálicos hasta en la base para guardarlos. En el campo de la investigación, se utilizan para estudiar enfermedades como la diabetes y la enfermedad de Alzheimer, debido a que desarrollan placas de β-amiloide como los humanos.
Tienen una actividad diurna, a diferencia de otros roedores más populares como mascota, viven en cautiverio entre 6 y 8 años pero pueden llegar hasta los 15 años en libertad, y son exclusivamente herbívoros (aunque propensos a la diabetes por mal metabolismo de hidratos de carbono debido a la divergencia en la estructura de su insulina).
El problema principal del cuidado y mantenimiento de esta especie deriva del crecimiento continuo de sus dientes, por lo que tienen tendencia a roer todo lo que les rodea y se recomienda utilizar jaulas de barrotes metálicos hasta en la base para guardarlos. En el campo de la investigación, se utilizan para estudiar enfermedades como la diabetes y la enfermedad de Alzheimer, debido a que desarrollan placas de β-amiloide como los humanos.
Ahora imagino que probablemente los pobres animales que vi no eran tan huraños por su predisposición genética, si no porque se encontraban en un lugar y en una situación completamente detestable.
Extra: página recomendable con información sobre alternativas al uso de animales de experimentación, y tablas para calcular volúmenes y dosis de fármacos en casos concretos para evitar sufrimiento al animal.
Extra: página recomendable con información sobre alternativas al uso de animales de experimentación, y tablas para calcular volúmenes y dosis de fármacos en casos concretos para evitar sufrimiento al animal.