Según el estudio de la Universidad de Stanford "Viewing Pictures of a Romantic Partner Reduces Experimental Pain: Involvement of Neural Reward Systems", publicado en la revista PLOS ONE en 2010, se encontró evidencia científica directa entre experimentar sentimientos de apego o cariño y calmar un dolor que se sienta.
Este estudio demostró que existe relación entre ver la fotografía de la persona amada y reducir el dolor. Explorando el cerebro de 17 voluntarios con ayuda de resonancia magnética, Arthur Aron, profesor de psicología en la SUNY, demostró que las áreas del cerebro activadas al ver la foto de tu pareja pueden reducir el dolor percibido hasta en un 44 %, tal como lo hace el conocido analgésico paracetamol.
Este estudio demostró que existe relación entre ver la fotografía de la persona amada y reducir el dolor. Explorando el cerebro de 17 voluntarios con ayuda de resonancia magnética, Arthur Aron, profesor de psicología en la SUNY, demostró que las áreas del cerebro activadas al ver la foto de tu pareja pueden reducir el dolor percibido hasta en un 44 %, tal como lo hace el conocido analgésico paracetamol.
He encontrado referencias a este experimento en el libro "The New Psychology of Love", editado por la Universidad de Yale. En él, se detalla cómo el Dr. Aron realizó el estudio con 17 voluntarios que miraron la fotografía de su ser querido mientras hacían otras actividades de distracción para evitar emociones fuertes. Se encontró un aumento de actividad en la región dorsal del núcleo caudado y en el área tegmental ventral (TVA) del cerebro.
Estos resultados indican que el circuito de recompensa tiene un papel esencial en la sensación de bienestar, con un aumento asociado de las catecolaminas dopamina y noradrenalina, y disminución de serotonina (cambios en la concentración relativa de neurotransmisores que, curiosamente, también se observa en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo o TOC).
La importancia de este estudio radica en la posibilidad de reducir el dolor percibido por medio de vías no farmacológicas, mediante la activación de los sistemas neurales de recompensa.
Estos resultados indican que el circuito de recompensa tiene un papel esencial en la sensación de bienestar, con un aumento asociado de las catecolaminas dopamina y noradrenalina, y disminución de serotonina (cambios en la concentración relativa de neurotransmisores que, curiosamente, también se observa en pacientes con trastorno obsesivo-compulsivo o TOC).
La importancia de este estudio radica en la posibilidad de reducir el dolor percibido por medio de vías no farmacológicas, mediante la activación de los sistemas neurales de recompensa.
Fuentes:
R. Sternberg, K. Weis: The New Psychology of Love