Similar a lo que ocurre en las fases de la adicción a drogas, en las diferentes etapas del enamoramiento se distinguen fases equivalentes. El circuito de recompensa tiene un papel fundamental en este proceso. Se modula por el córtex prefrontal, y está constituido primordialmente por el núcleo accumbens (NAc) y el área tegmental ventral (TVA).
En la drogodependencia, se pueden distinguir tres fases:
- Fase de inicio del consumo o fase incentiva: se obtiene una recompensa al consumir. Se experimenta euforia y un refuerzo positivo.
- Fase de abuso o dependencia: hay cambios de sensibilización, se produce compulsión. Nuevos estudios sugieren que el comportamiento compulsivo podría estar asociado a un desarrollo insuficiente del sistema de la oxitocina durante la infancia.
- Fase de abstinencia: la ausencia de droga actúa como refuerzo negativo. Se produce un estado emocional negativo y disforia. Disminuye la dopamina en la amígdala, la actividad mesocortical y se produce hipofrontalidad. Aumenta la concentración de noradrenalina.
En las distintas fases del enamoramiento, también va variando la concentración relativa de neurotransmisores en las diferentes áreas implicadas del cerebro:
En la fase inicial, caracterizada por un aumento de la frecuencia cardiaca y midriasis (aumento del tamaño de la pupila del ojo) al ver al sujeto de interés.
Aumenta el cortisol (o hidrocortisona, "hormona del estrés"), y también la dopamina y la oxitocina.
En mujeres, la testosterona se ve aumentada y en hombres, esta disminuye. La serotonina disminuye su concentración, al igual que ocurre, curiosamente, en el trastorno obsesivo-compulsivo o TOC ("no se puede dejar de pensar en la persona amada").
Más establecida una relación sentimental, cuando nos encontramos con la persona que nos inspira confianza, también aumentan dopamina (placer o recompensa), y la oxitocina (confianza o apego), además de serotonina (importancia), endorfinas como la feniletilamina (euforia, disminuye el dolor físico).
Disminuye el cortisol al sentirnos a gusto: sentimos "mariposas" al ver al objeto de nuestros afectos.
Por otro lado, cuando se acaba el cuento de hadas y se produce la ruptura de una relación, sentimos un comportamiento obsesivo pensando sin parar en la ex pareja. También percibimos dolor debido a la privación de la compañía de nuestro/a churri al igual que un yonki siente pérdida de control y dolor físico al no conseguir su papelina de heroína.
El craving o ansia por consumir una sustancia se produce desde las mismas áreas cerebrales en ambos casos.
Pero no desesperemos, hay buenas noticias en todo esto: Según un artículo, habitualmente las rupturas sentimentales se superan en unos tres meses.
(Severo Ochoa).
Fuentes:
Aron et al. (2005, J Neurophysiol): Reward, motivation, and emotion systems associated with early-stage intense romantic love
Fisher et al. (2010, J Neurophysiol): Reward, Addiction, and Emotion Regulation Systems Associated with Rejection in love
Younger et al. (2010): Viewing Pictures of a Romantic Partner Reduces Experimental Pain: Involvement of neural reward Systems
Fisher et al. (2010, J Neurophysiol): Reward, Addiction, and Emotion Regulation Systems Associated with Rejection in love
Younger et al. (2010): Viewing Pictures of a Romantic Partner Reduces Experimental Pain: Involvement of neural reward Systems