Albert Hofmann, un químico suizo que trabajaba en un gran laboratorio farmacéutico, decidió probar un día de primavera de 1943 los efectos de una droga que había descubierto años atrás y a la que había bautizado como “LSD-25”.
Hofmann ingirió 0,25 mg de la sustancia por vía oral, ya que consideró que era la cantidad mínima necesaria para que tuviera efecto. En menos de una hora, el científico experimentó mareos y cambios intensos en la percepción, y le pidió a su ayudante que le acompañara a casa en bicicleta.
Cuando llegaron a su casa, además de la ansiedad que estaba sintiendo, el químico llegó a creer que su vecina era una malévola bruja con una máscara de colores. Todo giraba alrededor en la habitación y los muebles tenía formas grotescas pero, poco a poco, empezó a sentir sensaciones placenteras con colores y figuras caleidoscópicas.
Más tarde, un médico examinó a Hofmann pero no observó anomalías físicas, excepto una midriasis exagerada (como Maggie Simpson cuando toma helado de café).
Desde entonces, cada 19 de abril se conmemora el día del primer viaje de LSD, que se conoce como el "Día de la Bicicleta".
"¿Qué tienen en común el LSD y las bicicletas?" fue publicado originalmente el 13 de enero de 2017 en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.
Adaptado de "La psicodélica historia del LSD", publicado en este mismo blog..
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