El ajo, además de ahuyentar a los vampiros y dar sabor a nuestros platos, tiene propiedades beneficiosas para la salud. Por ejemplo, es capaz de reducir los niveles de colesterol total y LDL, pero también tiene efectos a nivel de agregación plaquetaria, disminuyéndola.
Es por esto que los pacientes que tomen anticoagulantes orales como warfarina o acenocumarol, deben tener especial cuidado por riesgo de sangrado, y en caso de cirugía, debería limitarse el consumo de este bulbo.
"¿Tomas anticoagulantes? Ojo con el ajo" fue publicado originalmente el 16 de diciembre de 2016 en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.
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