A veces los accidentes ocurren, y muchos nos hemos tragado algún que otro chicle. Luego están las leyendas que dicen que se nos pegan a las tripas, o que tardan meses o años en digerirse.
En realidad, la inmensa mayoría de las veces simplemente pasa por nuestro tracto gastrointestinal como cualquier alimento, sin pena ni gloria.
Pero a pesar del peristaltismo (movimientos de contracción del tubo digestivo que permiten el paso del bolo alimenticio, el quimo y el quilo a través) y los ácidos estomacales, la base del chicle no se digiere del todo y su valor nutricional, ya de por sí discreto, no nos aporta apenas sustancias de provecho.
Pero a pesar del peristaltismo (movimientos de contracción del tubo digestivo que permiten el paso del bolo alimenticio, el quimo y el quilo a través) y los ácidos estomacales, la base del chicle no se digiere del todo y su valor nutricional, ya de por sí discreto, no nos aporta apenas sustancias de provecho.
"¿Qué ocurre cuando nos tragamos un chicle?" fue publicado originalmente el 8 de noviembre de 2016 en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.
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