El veneno de serpiente es muy útil para estos reptiles, ya que inmoviliza y mata a las pequeñas víctimas de sus afilados colmillos. Además, también disuade a otros animales de mayor tamaño de atacarlas.
Los venenos son en su mayoría cócteles químicos de enzimas que catalizan reacciones, y por eso los efectos de estos venenos suceden de forma tan rápida. Es decir, que las cosas chungas pasan en muy poco tiempo.
Existen cuatro categorías de venenos de serpiente:
- Hemotóxicos: El lugar de acción del veneno son la sangre y los vasos produciendo, entre otros, una coagulación masiva forzando el paso de la protrombina presente en nuestro cuerpo a trombina, que ayuda a la degradación del fibrinógeno a fibrina.
- Citotóxicos: Estos venenos atacan a los tejidos y sus células, provocando necrosis de los sitios afectados y llegando hasta a la amputación de miembros.
- Neurotóxicos: Actúan a nivel de cerebro y nervios. Pueden bloquear neurotransmisores y sus dianas, provocando parálisis o fallo respiratorio.
- Proteolíticos: Degradan proteínas de células del cerebro, nervios o músculos, entre otros. Todos los venenos de serpiente contienen en mayor o menor medida elementos proteolíticos.
"¿Cómo te envenenan las serpientes?" fue publicado originalmente en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.
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